Tenía planeado un atracón para esta tarde pero ¿será que mamá me leyó el pensamiento? No lo sé y es muy posible que jamás lo haga; lo que supe desde que entró a la cocina fue que su sugerencia sería una fruta, SÍ, una manzana.Hoy acepté que estoy demasiado obsesionada con el acto de comer cochinadas.
Daddy dice que es imposible no comer en un país como el Perú (con su diversidad gastronómica y las condiciones que se prestan); entonces me puse a pensar y en algún momento voy a verme obligada a usar pantalones, pantalones que me tienen que cerrar. Como acción inmediata he pedido a los seres de bondad que me rodean (Marcia también w__w) que me impidan a toda costa salir por un paquete de Rellenitas; sobretodo si mi paredero es la panadería Universal pues la mujer del mostrador no termina de entender que cuando digo rellenitas me refiero a UN paquete... yo no tengo la culpa de su denominación plural, no de haberme convertido en un barril sin fondo. Más que culpa algo si tengo... MONEDAS PARA NO LLEVAR SÓLO UN EMPAQUE :(
Yo si que soy adicto a las galletas xD .. lo bueno que mi ma' compra una docena para tener "por si las moscas" :D de todas maneras todo en exceso hace mal.. un beso :)
ResponderEliminarque chevere publición... alguien tenía que escribir esto !! pdt: las GN son mis favoritas :~) Chili
ResponderEliminarmuy buena mari :) en verdad la comida chatarra es una gran adicción, queramos o no. Y con la publicidad que le otorgan, nos hacen la vida cuadritos.
ResponderEliminarTe comprendo muy bien, no soy un adicto a las galletas, pero si mucho a los chocolates, es un problema porque siempre que me sobra algun sencillo del vuelto por simple rutina: SEÑORA UN CHOCOLATE SUBLIME.. A NO TIENE? ..MM .. Y WINTERS?. Y dije que es un problema porque el vuelto nunca es mio, sino ajeno jaja
ResponderEliminarPara variar no traen ningun beneficio a largo plazo estas golosinas, pero que placentero degustarlas en el momento verdad!
Buenas noches:
ResponderEliminarPor muchos años, yo fui un adicto a las galletas y chocolates, hasta que noté que estaban afectando mi vida.
Los pantalones dejaron de quedarme, las chicas no querían salir conmigo, empecé a robar para poder pagar galletas, me peleaba con mi familia. Mi vida era una desgracia.
No pude dejar las galletas hasta que conocí a la G.A. (Galletólicos Anónimos) quienes me enseñaron a cómo controlar el antojo por las galletas y a recurrir a bocadillos más sanos, como barras de soya y eso.
Gracias por pasarse por mi blog.
Oh por Dios, yo mato por las rellenitas de coco con galleta de chocolate, en serio, son las mejores, sobre todo porque me traen unos increibles recuerdos de infancia. Las preferiré a cualquier galleta.
ResponderEliminarPor otro lado en cuanto lo que dice tu padre sí, es un pecado no disfrutar de la comida peruana, por ejemplo ahor aúltimo ando obsesionado con el choclo con queso y la cancha serrana (U)
Ay las rellenitass!! pero si son una debilidad!!!
ResponderEliminar