miércoles, 17 de marzo de 2010

Aló Cigüeña

Lucía ha sido durante años, culpable de que yo cree estrechas relaciones entre situaciones que deambulan entre mi conciencia (y otros rincones oscuros) y otras en mi vida de colegial solo veía en el noticiero de las 11. Ella me asustaba a veces y se lo agradezco; es la directora de la escuela donde estudié toda una vida y está comprobado que tiene poderes.
Los últimos días del colegio la promo se coronó con mal comportamiento (o sea, nos coronamos) y yo no hice mucho para evitarlo. Al final de esta odisea estábamos con plena disposición de ser castigados (total? nos quedan semanitas como escolares: y eso que cada minuto cuenta); en fin, el tema del embarazo, a mis cortos dieciséis, es pan de cada día desde entonces.
Qué delicado me ha parecido siempre, y al mismo tiempo tan ajeno a mí y al pequeño mundo que me rodea, hasta ahora nosé que pasa. Se supone que las chicas promedio acabarán la carrera, estarán con el chico de sus sueños (obviamente profesional y ningún malogrado) y luego la tan esperada boda. Entiendo que muchas chicas no materialicen todo lo que la sociedad espera de ellas porque yo misma suelo ser de las que nadan contra la corriente; pero de rebelde sin causa a madre precoz hay un trecho considerable.
9 de Noviembre del 2009, una fuente confiable me confirma lo que se veía venir, mi amiguitaaaa, la santiiiita, a la que le faltaba un añito para graduarse y pregnant; de ella no supe más, mis intentos por encontrarla fueron inútiles. 
No puedo cerrar este post si mencionar la verdadera razón de la publicación... No solo la más perrita o la más pava puede quedar embarazada y correr a la velocidad de la luz a un "médico" para que termine con el "problemilla"; sino la muchacha que menos te lo esperas, alguien que como una close friend incluye entre gastos y gustos una prueba de embarazo. Ya no soy yo quien espera ansiosa color azul y no, porfavor no, rosado; pero fui yo la única que le regalo un condón el día que cumpió 17.


Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, juju.

lunes, 1 de marzo de 2010

cómo como.

Tenía planeado un atracón para esta tarde pero ¿será que mamá me leyó el pensamiento? No lo sé y es muy posible que jamás lo haga; lo que supe desde que entró a la cocina fue que su sugerencia sería una fruta, SÍ, una manzana.

Hoy acepté que estoy demasiado obsesionada con el acto de comer cochinadas.

Daddy dice que es imposible no comer en un país como el Perú (con su diversidad gastronómica y las condiciones que se prestan); entonces me puse a pensar y en algún momento voy a verme obligada a usar pantalones, pantalones que me tienen que cerrar. Como acción inmediata he pedido a los seres de bondad que me rodean (Marcia también w__w) que me impidan a toda costa salir por un paquete de Rellenitas; sobretodo si mi paredero es la panadería Universal pues la mujer del mostrador no termina de entender que cuando digo rellenitas me refiero a UN paquete... yo no tengo la culpa de su denominación plural, no de haberme convertido en un barril sin fondo.  Más que culpa algo si tengo... MONEDAS PARA NO LLEVAR SÓLO UN EMPAQUE :(