
Lo que comenzó como un capricho (nada que ver con la ley del menor esfuerzo, como se creía) está teniendo pies y cabeza y eso me causa una inmensa satisfación. ¡Ya sé que quiero hacer con mi vida!
Al fin tengo claro como ayudaré al mundo. No tendré que casarme con un médico para tener éxito... Seremos yo y mis conocimientos.
Ahora estoy más motivada que nunca para continuar en la escuela de psicología; ahora con más pros que contras :)